Juntas directivas 2022

Política y economía, estrategia y competitividad, sostenibilidad y talento, no son temas nuevos, pero el énfasis en cada uno de ellos será distinto.

Las asambleas de accionistas de múltiples empresas se disponen por estos días a elegir las juntas directivas que acompañarán a los equipos ejecutivos en la gestión de sus organizaciones durante los próximos meses. Los retos que han sido comunes a la mayoría de los directorios variaron en cada uno de los años recientes.

 Así entonces, mientras en 2019 un buen número de ellos tuvo seguramente la oportunidad de enfocarse en sus negocios y en conversar sobre el futuro, en 2020 es probable que sus desafíos hayan estado más relacionados con adaptarse a una circunstancia inesperada y resolver el corto plazo. En 2021, a los retos sanitarios se sumaron varios de tipo social y económico, de los cuales algunos persisten y son ya parte de la conversación regular de las juntas directivas.

El repertorio de retos y oportunidades para los directorios también será distinto en 2022 respecto a los años anteriores. De una parte, la presión por asuntos sanitarios será menor que en los dos años recorridos de pandemia, mientras que para el caso de Colombia la variable política cobra relevancia frente al proceso electoral que se avecina.

De igual manera, en las sesiones de las juntas directivas será central ahora conversar sobre competitividad y rentabilidad en medio de la coyuntura inflacionaria, así como acerca de la estrategia estructural de sus empresas en un entorno que, aunque seguirá siendo complejo y volátil, ofrece una visión más clara respecto a la variable que más profundamente lo alteró en el tiempo reciente.

En su labor fundamental de aconsejar y controlar, los directorios seguirán conversando también sobre la gestión del talento , asunto que cobró relevancia en la pandemia y respecto al cual será buena práctica mantener la atención. La pandemia cambió de manera estructural los parámetros de la relación entre las empresas como instituciones y las personas que las integran. Finalmente, conversar de sostenibilidad es inaplazable , y para ello se desvanecieron tanto excusas como distractores derivados de la densa coyuntura reciente.

Política y economía, estrategia y competitividad, sostenibilidad y talento, no son temas nuevos para una junta directiva, pero el énfasis en cada uno de ellos será distinto este año respecto a los anteriores recientes. Y a todos ellos se sumarán aquellos propios de cada industria y para cada empresa, que conjugados con los primeros elevarán una vez más el nivel de exigencia para los directorios.

Accionistas y juntas directivas bien podrían aprovechar este tiempo de asambleas para reflexionar sobre el papel que cumple el directorio en cada empresa. Dos años de pandemia demostraron con extrema transparencia la importancia del gobierno corporativo, así como la diferencia que hace tener una muy buena junta directiva que suma esfuerzos con un equipo ejecutivo competente y comprometido. 

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